¿Aprendimos algo del EverGiven?
El 24 de marzo de 2021 el buque de carga Ever Given quedó atascado en el Canal de Suez. No fue fácil, pero seis días después consiguieron reflotarlo. Seis semanas después los efectos se seguían notando y los costes de envío de contenedores por vía marítima aumentaron más de un 10%. Interrumpir las cadenas de suministro hoy es muy peligroso porque sus efector se alargan en el tiempo.
Desde el lunes 14 de marzo llevamos sufriendo la huelga de transportistas, lo que ha provocado que los envíos de muchas fábricas se acumulen en los muelles, se acumulen en los pasillos, en los patios y hasta en las oficinas. Sus clientes tienen las estanterías vacías y faltan productos, materias primas, componentes y semiterminados. La primera reacción desde el departamento de compras es acumular más material para que no vuelvan a suceder esas rupturas de stock, pero si a las fábricas, que ya están atascadas les aumentamos los pedidos vamos a conseguir atascarlas más todavía. Es el mismo efecto que el acopio de leche ha hecho para que no haya leche en los supermercados y que tan bien describe Peter Senge en el “Juego de la Cerveza” de su libro “La Quinta Disciplina” . Tengamos paciencia, estos efectos van a durar, y ocupémonos de recuperar cuanto antes el flujo del tráfico en nuestras cadenas de suministro.
Desde CDN trabajamos mucho en los cuadros de mando como camino para tomar decisiones certeras, rápidas y libres de toda emotividad para evitar los efectos perniciosos en los atascos de las cadenas de suministro.