
Miguel Ángel CDN
Posts by :


¡Muy bueno es malo!
Todos sabemos que si eres un distribuidor, hoy, lo más importante para mantenerte en un mercado tan competitivo es el servicio a tu cliente. Pero, el servicio es un termino relativo, y no importa tener un “buen servicio”, sino que hay que tener el “mejor servicio”. Si tu tienes un buen servicio pero tu competidor tiene un servicio mejor tu servicio es malo. Es algo así como tener un coche rápido, si los otros coches van más rápidos el tuyo es lento.
¿Sabes como puedes mejorarlo? Pues como en cualquier cosa lo primero para mejorarlo es medirlo. En todo lo que quieras mejorar lo primero que tienes que hacer es medirlo para poder ver que acciones lo mejoran y que acciones lo empeoran.
Crear un cuadro de mando desde la “perspectiva del servicio” parece muy complicado y seguro que habrás visto muchos de ellos en los que han incluido tantos datos que no se puede encontrar lo que uno busca. Es más, en muchos han ido añadiendo datos hasta encontrar un valor positivo que tranquilice las conciencias. Sin embargo, crear un cuadro de mandos desde la “perspectiva del servicio” es bien sencillo si lo enfocas desde lo que es importante para el cliente.
Las encuestas muestran que los tres factores más importantes son: Primero el reparto rápido y el respeto de los tiempos, es decir, la puntualidad. El segundo es la disponibilidad del producto en el momento de la compra. Y el tercero son las buenas condiciones comerciales que, también se pueden traducir en que no podemos trasladar al cliente aquellos sobrecostes en los que incurramos por nuestra incompetencia.
Desde esta perspectiva tenemos que vigilar seis ratios:
•Para ver la puntualidad
•La puntualidad en las líneas de entrada y salida
•La puntualidad de las salidas y las entregas de las rutas
•Para ver la disponibilidad
•La disponibilidad en las diferentes familias de productos
•El nivel de errores de inventarío
•Para ver la productividad
•La productividad del personal
•El espacio libre en la nave
Si tenemos estos seis ratios bajo control podemos conocer lo que está bien y así mejorarlo, y conocer lo que está mal y así arreglarlo.
Desde CDN ponemos a tu disposición un completo cuadro de mando para el seguimiento de tus acciones de mejora del servicio

La teoría de las ventanas rotas
En criminología, la teoría de las ventanas rotas es una teoría que sostiene que los signos visibles de la delincuencia, el comportamiento antisocial y los disturbios crean un entorno que fomenta la delincuencia y el desorden, incluidos los delitos graves. La teoría sugiere que los métodos policiales que se centran en atacar los delitos menores, como el vandalismo, la vagancia, el consumo de alcohol en público, el cruce incorrecto de peatones y la evasión fiscal, ayudan a crear una atmósfera de orden y legalidad
La teoría fue introducida en un artículo de 1982 por los científicos sociales James Q. Wilson y George L. Kelling y fue popularizada en la década de 1990 por el alcalde de la policía de Nueva York Rudy Giuliani, cuyas políticas policiales se vieron influidas por la teoría.
El mismo principio podríamos aplicar en los almacenes. Podríamos afirmar que los signos visibles de desorden, suciedad y caos crean un entorno que fomenta el desorden, los errores y los retrasos. Y por tanto que los métodos que se centran en introducir mejoras continuas en los sistemas de trabajo para aumentar el orden, la disciplina de los procesos, la productividad de los trabajadores, la precisión y la puntualidad de las entregas ayudan a crear la atmosfera de orden y productividad .

Entrevista en Autopos
Entrevista en Autopos
Hoy incluimos una entrevista que nos hace Miguel Angel Prieto en la revista Autopos
AP99-part-2-sin-publicidad_compressedPDF Embedder requires a url attribute PDF Embedder requires a url attribute

¿Problemas de desorden?
Cuando aparece un problema de desorden en un almacén, la inmensa mayoría, lo primero que hace es echarle una bronca a quien esté por allí cerca y lo segundo es ordenarlo. El problema es que el desorden es la consecuencia de malas acciones y peores hábitos. Si no nos arremangamos y no ponemos a cambiar los hábitos del personal, cambiando todos los procesos de trabajo, uno a uno, tarea a tarea para definir procesos saludables, al poco tiempo empezará de nuevo a desordenarse.

Almacén Flexible
Un almacén flexible es un tipo de Almacén Dinámico donde los tipos de huecos (por tamaño y peso) se reducen al máximo. Los diferentes tipos de huecos se procura que además queden, en la medida de lo posible, como múltiplos unos de otros. De este modo, conforme a lo largo de la vida de un almacén se van produciendo cambios en la composición de las familias, en el tamaño de los productos, se necesitarán ampliar las zonas que hemos asignado a cada una de esas familias, pero como los huecos son iguales o parecidos, el almacén se irá adaptando a los cambios sin necesidad de ajustar las estanterías. Todos los ajustes en los cambios de cantidad que a lo largo del tiempo se producen en los stocks de los diferentes artículos se deben hacer mediante Sistemas de Ubicación Dinámicos.
Almacen-Flexible-1
Las herramientas Lean
En CDN utilizamos un modelo llamado Almacén Dinámico donde usamos muchas de las herramientas del Lean Manufactoring. Lo que hacemos es adaptar esas herramientas a las organización de las tareas en base a las personas y no a las máquinas. Adaptamos unas y creamos otras para organizar las tareas en un almacén donde el trabajo cambia continuamente, en cuestión de minutos.
Think-CDN-Herramientas-de-la-logistica-dinamica-1Factores clave para elegir un SGA
Cuantos artículos veo sobre como elegir un Sistema de Gestión de Almacenes o SGA que están llenos de palabras biensonantes y sin ningún contenido. Que si escalable, flexible, con conectividad, con capacidad analítica, con operativa logística eficiente y eficaz, que si intuitivo o que se ponga en tu lugar. Palabras de libro que no saben que significan pero que parecen importantes.
¡Vamos a dejarnos de tonterías! Un Sistema de Gestión de Almacenes es una inversión y debe dar unos resultados para conseguir el retorno de la inversión. Un Sistema de Gestión de Almacenes es una herramienta competitiva que nos debe dar resultados para conseguir una ventaja respecto a nuestra competencia. Un Sistema de Gestión de Almacenes es para mejorar el servicio a nuestros clientes y debe darnos los mejores resultados.
Por tanto, para escoger el mejor SGA fíjate en: •El que más aumente la capacidad de almacenamiento •El que más aumente la productividad del reparto •El que más aumente las líneas/hora por operario •El que más reduzca la necesidad de stock •El que más aumente las referencias disponibles
¡Vamos a dejarnos de tonterías!
El retorno de los robots
En el último análisis que participamos para la robotización de un almacén, la empresa que vende el robot hizo el cálculo de la inversión. Pidió los datos de las ventas actuales por líneas y concluyó que la inversión necesaria era de dos millones de euros más adaptaciones que estimamos en doscientos cincuenta mil euros para adecuar las estructuras de la nave. Esa era la inversión, eso sí, la necesaria para mantener el mismo nivel de ventas que hoy descontando las ventas de aquellos productos que por tamaño o peso no podían ir en el robot.
Ya teníamos el primer dato, la inversión. Ahora preguntamos por la reducción de personal. La inversión en los robots se va a compensar por los empleados que van a ser liberados. La contestación fue que “El 70% del tiempo los operarios están recorriendo y buscando los productos por el almacén, porque el picking es, sin duda, uno de los procesos más intensivos e ineficientes en recursos cuando se realizan de forma manual. Por este motivo, las soluciones de automatización de preparación de pedidos del tipo mercancía-a-persona generan una gran rentabilidad y unos retornos de la inversión que en ocasiones se sitúan por debajo de los dos años.”
Pues vamos a verificar ese calculo si no te es molesto – le dijimos. Hay actualmente 40 trabajadores en este almacén, de los que hay que descontar todos los que se dedican a tareas o productos que no se incluyen en el robot. Por ejemplo los que se dedican a productos grandes y pesados, tampoco los dedicados a la descarga y recepción de materiales, ni los dedicados al repaso de la mercancía, ni los que se dedican al empaquetado, ni los que se ocupan del envío de los pedidos a los clientes, ni los dedicados a devoluciones y garantías… así que solo podemos hablar de los empleados que se dedican a colocar y sacar el material pequeño y ligero,… total unos 14 de los que podemos ahorrarnos el 70% de su tiempo, es decir, el 70% de los operarios, ósea, que el ahorro será de 9 operarios como máximo.
Vamos ahora a por el segundo dato, el consumo eléctrico. Los robots, al contrario que el personal, consumen electricidad y como el consumo es importante pues debemos incluirlo en la ecuación. ¿Podríais indicarnos el coste en consumo eléctrico? La contestación fue que “El consumo de un sistema con 10 robots es el mismo que el de una tostadora”. ¿Y en euros? “Pues en euros no lo tenemos porque depende de cada instalación”. ¿Y una aproximación? No tenemos. Pasemos al siguiente dato.
Vamos a por el tercer dato, el mantenimiento. Los robots son máquinas muy precisas y requieren de revisiones y ajustes continuos que deben hacerse por personal especializado. ¿Cuánto es el coste anual del mantenimiento? “Depende del proyecto final” ¿Y una aproximación? No tenemos.
Osea, que según los datos que sabemos, sin tener aún el coste de consumo eléctrico ni el mantenimiento anual, el ROI es como mucho de un 7,2 % o, lo que es lo mismo, que tardaremos 14 años en recuperar la inversión, más de lo que dura un robot.
No salen nunca los dos años que anuncian, en realidad, y en realidad con un sencillo cálculo compruebas que para poder retornar la inversión en dos años hay que despedir a 63 personas, más de las que hay. Tenemos que tener mucho cuidado con las inversiones y más con estas tan altas.